“Regala contenido de valor, después vende”
Aunque el empresario no lleve su propia gestión tiene que saber qué trabajo le están haciendo
Mónica Salvador es autónoma y trabaja desde hace siete años como emprendedora en Marketing, Comunicación y ventas. Es defensora del contenido de valor porque «con él avalas tu experiencia», asegura. Asesora a pequeñas empresas y start-ups en el ámbito del Marketing Digital. Es coach y mentora, y colabora con diferentes entidades para potenciar a las personas en aquello que las hace diferentes. Busca poner en valor sus capacidades para que puedan crear su propio trabajo. Al final, la mayoría de quienes llegan a ella, quieren descubrir sus posibilidades para trabajar en algo que les guste, les motive y puedan encontrar un nuevo camino profesional.
Su aprendizaje la ha llevado a entender que lo mismo no funciona con todos. Mónica afirma que “en el coaching, se hacen preguntas para que cada persona sea consciente de sus capacidades y limitaciones y llegue a sus propias conclusiones para mejorar determinadas áreas de su vida”. Con el mentoring, “les ayudo a los demás en base a mi propia vivencia. Les transmito mi experiencia para guiarles en su camino a llegar a donde quieren”. Hace un acompañamiento y orienta a las personas hasta el punto en el que pueden empezar a caminar solos.
La diferencia entre coaching y mentoring es que “con el segundo se ahorran dar tumbos porque el mentor te marca una ruta proponiendo el camino más apropiado para cada uno, según la necesidad a cubrir”. Añade que “en algunos casos, empiezas a hacer coaching y lo mezclas con el mentoring porque en ocasiones, las personas presentan bloqueos de los que hay que ayudarles a salir”.
El marketing de contenidos es puro valor
En este conocimiento que transmite, y en base a la materia a la que se dedica, el Marketing es lo que más trabaja con las personas que mentoriza. Les ayuda a establecer parámetros para que aprendan a desempeñarse en sus labores dentro de procedimientos organizados. Uno de los temas que enseña, es el marketing de contenidos. “Les permite adquirir autoridad en el sector y con el aprenden a regalar contenido de valor”. Les explica cómo diseñar un plan de Social Media Marketing sencillo para su pequeña empresa y que ellos mismos puedan manejar.
Para entender mejor lo que es el marketing de contenidos, Mónica explica que “el marketing tiene una gran diversidad de formas”. En el caso concreto, «consiste en dar a nuestros seguidores determinados conocimientos en distintos formatos”. Es decir, “sobre los temas que domino, voy sacando tips, videos, pequeñas infografías y los pongo al servicio de los demás en las redes sociales”.
Mónica lo aplica también en sus redes porque aporta mucho contenido de valor a la gente que no lo conoce, y reconoce que las personas “agradecen ese contenido gratis y te posicionan en el sector como experto en determinada materia”. Añade que “cuando necesiten contratar a alguien, pensarán primero en aquel que les haya aportado ese valor gratis”. Aclara que no significa dar todo sin percibir nada a cambio, sino que, “para posicionarte necesitas regalar mucho valor antes”.
«No hay nada inmediato, crear valor lleva tiempo»
Por otro lado, entiende que es importante que los mentorizados sepan de lo que están hablando para que cuando contraten sepan por lo que están pagando, lo que necesitan para su negocio y puedan participar para marcar las estrategias que van a seguir. “Todo lleva tiempo y ganas de hacerlo”. La labor inicial de Mónica es ayudarles a que pierdan el miedo y se animen a realizarlo.
Ella misma ha creado su podcast, tiene su blog e Instagram (@monicasalvadorr) para desarrollo profesional y personal. Mónica afirma que es una labor continua a través de la cual le llegan oportunidades. En su trabajo de mentoring, afirma que lo que más cuesta es ver cómo lo desarrollan. Saber qué les puede funcionar si tienen un restaurante, por ejemplo. Buscar cómo poner en valor su producto o servicio para atraer a su audiencia.
“Hay que hacer que entiendan que no hay nada inmediato. Son estrategias que hay que definir a medio/largo plazo. Es una manera de que te vayan conociendo cómo funciona y todo el trabajo que hay detrás”, comenta. “Es un embudo de ventas, en el que inicialmente caben muchos y luego se va estrechando hasta que quedan los que realizan la acción que deseas: comprar un libro, un curso…”, añade.
«Sin las directrices no pueden ofrecer contenido de valor»
El proceso según Mónica consiste en que inicialmente te conozcan y a medida que vas dándoles valor consigues generar en ellos la confianza necesaria para que te compren. “En ocasiones no funciona”, también lo reconoce. A la vez que está segura de que es porque algo han hecho mal. “La constancia, el calendario de contenido, que debe ser para una o dos semanas…”. En resumen, que haya una organización para aliviar la carga. No cabe la improvisación.
Su experiencia le ha enseñado que “cuando no se desarrollan las estrategias, es imposible que funcionen. No puedes pensar que con montar una web y publicar 4 cosas ya tienes todo hecho. Hay que conseguir que la gente quiera pagar por lo que haces”. En cuanto a la calendarización es un proceso mediante el cual se dividen las semanas por días y por redes sociales. Hay que definir cuántas veces se va a publicar a la semana.
Facebook sigue siendo la red más importante a nivel mundial, aunque ha dificultado llegar a más gente a través de su algoritmo. La gente interactúa menos, pero sí da visibilidad. Instagram es más visual y la gente sigue más las marcas ahí. Además, se llega más rápido, con sus matices, también.
Definir frecuencia, las stories, qué contenido se va a generar, sobre qué se va a hablar… Programar en el calendario para que haya coherencia y quede todo ordenado. Intentar que la frecuencia sea siempre la misma y definirlo por semanas temáticas, por ejemplo. También es importante el copywriting que es la manera en la que escriben para enganchar a sus seguidores y los hashtags que sirven para que las personas que tienen determinados intereses, te sigan. Es un mundo.
«Los ladrones de tiempo frenan nuestra productividad»
Mónica comenta que la programación es fundamental, porque a la hora de seguir planificando semanas es mucho más fácil. “Es cuestión de práctica. Lo ideal es que destinen un día para eso y luego sólo toca interactuar con los seguidores o visitar otras cuentas. Cada dos semanas o un mes es el tiempo de programación que recomiendo”. Organización y constancia es lo que se necesita para sacar adelante cualquier proyecto.
Habla mucho de los ladrones de tiempo. “Es todo aquello que frena nuestro progreso en las tareas cotidianas porque desvía nuestra atención: el teléfono, Internet…”. Mónica recomienda que cuando no están dispuestos a desempeñar esta labor con constancia, lo mejor es que le encarguen la tarea a alguien que se lo lleve profesionalmente y se aseguren de que se hace bien, regalando el contenido de valor necesario para crear la autoridad de la marca en el sector. En realidad, los emprendedores no tienen tiempo para desarrollarlo de forma eficiente, tienen que dedicarse a su trabajo.
Por otro lado, Mónica afirma que es muy importante que sepan lo básico para que no compren humo. “Hay muchas personas que se dedican a vender cosas que no son”. Es defensora de que, aunque el empresario no lleve su propia gestión tiene que saber qué trabajo le están haciendo. “Es indispensable que lleven un seguimiento. Tienen las redes en manos de otras personas y ni siquiera tienen sus propias claves. Y en el peor de los casos si los despides te destrozan el perfil y desparecen el trabajo de mucho tiempo”.
«Es imposible una gestión profesional por 150 euros al mes»
Con respecto al trabajo de redes sociales que hacen por ahí, comenta que “es imposible que pagues 150 euros para que te gestionen las redes durante un mes. No cuesta eso, si lo hace un profesional. Estás tirando el dinero”. Mónica imparte un curso de marketing de 800 horas. “Lo primero que hacemos es analizar y hacer un plan de social media, para establecer una estrategia en base a lo analizado”.
Como profesional del sector insiste en que “hay que establecer públicos, estrategias y un sinfín de cuestiones para definir los valores y la personalidad de la marca. Hay que hacer un contrato, todo por escrito, para que se sepa por qué se paga, qué servicio ofreces y demás”.
Un punto que destaca Mónica es que “hay que ponerse en el lugar de las personas que nos siguen. En mi caso, les ofrezco esas cosas que pueden necesitar y que me hubiese gustado tener yo, cuando empecé”. También tiene en cuenta lo que le preguntan los emprendedores, porque “de ellos también aprendo”. Se pone siempre en el lugar del cliente.
«Las redes sociales son el altavoz del contenido de valor»
“El contenido de valor, tiene que partir de la página web y la visibilidad desde las redes sociales que funcionan como el altavoz”. Mucha gente deja el peso de todo el trabajo en las redes sociales, y no piensan que si a estas plataformas les da por bloquearte pierdes tu objetivo, tu esfuerzo y todo tu trabajo.
Mónica se forma continuamente y sigue a muchas personas de marketing porque también le aportan contenido de valor. “Si quiero formarme, es a esos expertos a los que recurro para enriquecer mis conocimientos. La gente a veces está comprando algo durante muchos años, hasta que finalmente lo hace, porque ha conseguido convencerlos el valor que les va a aportar su adquisición”, concluye Mónica.
Foto: Beatriz Vega
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