Tu Web, la herramienta más potente de tu marca
Dejar tu marca en manos de las redes sociales te impide controlar tus contactos y tus contenidos
¿Necesitas tener un sitio Web? Rotundamente, sí. Sorprende hacer un recorrido por Internet, por aquello de ver cómo anda la cosa, y darse cuenta de que parece más un cementerio que un espacio que ofrece productos y servicios de un montón de marcas. Existen un sinfín de sitios webs abandonados que seguro, en su momento, fueron creados con toda la ilusión del mundo para alcanzar el éxito. Pero ¿por qué fracasaron?
Cuando decidiste contratar un sitio web ¿tenías claro el objetivo? o sea, para qué lo querías. O simplemente lo creaste porque estaba de moda, todos lo tenían y no ibas a ser menos. Pues permíteme decirte que cualquier proyecto de este tipo hay que planificarlo en base a quiénes se dirige tu actividad. Para ello, tienes que tenerlos identificados y saber qué les preocupa, qué desean o necesitan.
Si no tienes claro el propósito de tu negocio en Internet, no conoces el objetivo de tu sitio web, ni sabes que exige de constante atención para mantenerse activo y que tu clientela se sienta atendida de forma constante, has tirado el dinerito. Ahora, seguro que tienes una página, si la tienes, olvidada en el universo virtual sin oficio ni beneficio. La buena noticia es que puedes rescatarla de ese enorme agujero negro y ponerla a brillar como la estrella que debe ser.
Cuando construyes tu casa, la diseñas en función de las personas que vivirán en ella y la adaptas de acuerdo a lo que vas a necesitar para disfrutarla. Tienes que determinar si tienes niños y van a dormir juntos o separados, si son dos, tres o cuatro; si tienes perro y necesitas jardín; posees uno o dos coches; prefieres edificio o casa; quieres piscina comunitaria o individual… También tienes que definir alternativas por si vives con tu suegra o con tu madre. Como esto, una lista interminable de detalles. Con tu sitio web pasa lo mismo. La distribución tiene que ser acorde a las necesidades, intereses y deseos de tus clientes.
¿Buscas un no sé qué, en un no sé dónde?
El objetivo principal de esta herramienta, tan necesaria hoy en Internet, es que atraigas a tu clientela y le facilites el acceso a tus productos y/o servicios. Lo primero que tienes que tener claro es que no todos los que habitan el planeta son tus clientes. No definir a tu consumidor ideal es ir con los ojos vendados en busca de un no sé qué, en un no sé dónde.
Tienes que conectar tu nicho de mercado con tu sitio web. Solo así, conseguirás enfocarte de lleno en un posicionamiento dirigido a tu audiencia específica y materializar las ventas. De ahí para allá, lo demás es esfuerzo desperdiciado. Sería como si ofreces alta joyería en un mercadillo, en una tienda de chinos o en un pub para adolescentes. Nadie te va a comprar.
Dirígete a quien sí quiere lo que ofreces
En cuanto al usuario si no necesita un servicio es evidente que no lo busque y si se lo encuentra por casualidad, no le despertará ningún interés. Como el refrán que dice, si es para ti ni aunque te quites y si no ni aunque te pongas. Si no es tu público objetivo vas desencaminado. Puedes crear una necesidad, pero ya es enfocarse en otro consumidor y para él tendrás que aplicar otra estrategia.
De aquí la importancia de que te ubiques en frente de quien sí está interesado en lo que ofreces. Y ¿cómo consigues esto? Pues haciendo tu propuesta de valor a aquellos que tienen un problema que tu oferta les puede resolver y por tanto están en condiciones de escucharte. Para ello, tienes que conocer a quién va dirigida tu venta, qué hace, dónde se encuentra, qué intereses, necesidades o deseos tiene y de qué forma va a solventar, lo que tú tienes, todas sus inquietudes.
Esta fórmula te ayudará a llegar a los que te quieren y te alejará de aquellos que no te tienen en mente. En realidad, esta propuesta se puede aplicar a la generalidad porque quien no nos quiere, no nos echa de menos. Por supuesto, tiene que ser coherente y contar con su respectiva estrategia. ¡Ay! La estrategia. Sí. De ahora en adelante no salgas a la calle sin ella. Tiene que existir coherencia en su diseño de acuerdo a ese público que quieres conquistar, categorizar los productos en función de las necesidades y enfatizar en aquellos a los que quieras dar mayor protagonismo.
Y ahora, entra en escena San Google. ¿Sabías que el 90% de las búsquedas en Internet se hacen a través de este buscador? Pues precisamente porque tienes que enamorarlo para que te ubique en las primeras posiciones y tu clientela te encuentre fácilmente, tienes que tener clarísimo a quién te diriges, qué mensaje principal quieres transmitirle y trabajar las palabras clave que te ayudarán a que todos los que buscan productos o servicios relacionados con tu actividad te encuentren antes a ti, que a tu competencia. Lo que en el lenguaje del Marketing se conoce como el SEO (Search Engine Optimization).
Tu Web necesita cuidado
Es como un bebé que tienes que atender. Llegó la hora de que te esmeres en invertir en lo que en realidad funciona y te acercará a tus clientes reales y llamará la atención de los potenciales. No es accesorio, ni innecesario. No estás ahorrando dinero. Estás dejando de invertir y, por ende, de obtener mayores beneficios. Es una enorme vitrina que te permite enseñar a tus anchas todo lo que tienes para dar.
Muchos creen que tener un sitio web es poseer un artículo de colección o un muñeco de pilas. La crean y ¡ala! sobrevive sola. Claro, hasta que se le agota la batería. Pues no. No es solo diseñar la web. Es enfocar tu negocio y ofrecer a tus usuarios contenido que los mantenga pegados a tus productos o servicios porque les aportan experiencias y conocimientos. A través de ella, consigues transmitir el valor de tu oferta.
Si pagas por crear un sitio web que se queda estéril, tiras el dinero, por poco que sea. El resultado de no invertir en condiciones limita la evolución y disminuye el retorno de lo que inviertes. Una buena imagen atrae. Cuando hacemos algo, es mejor hacerlo bien desde el principio. Intentar ahorrar sale en ocasiones más costoso.
Materializa tus ventas y aprovecha tu página web
Si tu idea es crecer, hazlo bien. Prepárate, asesórate y consulta. Céntrate en los mensajes que debes lanzar desde tu web y compartir en redes. El contenido de valor no es un procedimiento formal. Es la clave para convertir tus clientes potenciales en reales. Puede ser ese punto de inflexión que consiga materializar una venta. Puedes aprovecharlo para que conozcan tus valores, dentro de los cuales se encuentra tu propósito, ese que le aporta algo bueno a la sociedad y la razón de ser de tu marca. El día que consigamos entenderlo, transmitirlo y dar lo mejor de nosotros mismos para mejorar el mundo, todos ganaremos.
Por otro lado, mete en tu cabeza que el diseño es importante, pero lo es más el contenido de valor: es el que atrae la gente a tu sitio. No busques parecerte a nadie. Eres único e irrepetible como debe serlo tu oferta. Aparte de la asesoría web es necesaria la planificación de lo que va a llevar dentro.
Aquí juega un punto importante la calidad sobre la cantidad. Cómo pierdes más dinero: rediseñando lo que tienes hecho o abandonando el sitio. De las dos formas lo has tirado. Contrata expertos. Profesionales que te ayuden a conectar con tu público y a enfocarte en tus objetivos, siempre coherentes con tu propósito. Tendrás más garantizado el retorno de tu inversión. Todo es un proceso de ensayo-error. El que te hable de las fórmulas milagrosas y los 200 mil seguidores en tres días, te miente. En ese caso, estás convirtiendo la comunicación de tu empresa en un gasto porque además te habrás desviado de los objetivos.
Tu perfil no es tuyo es de las plataformas sociales
¿Para qué te sirve tu página web? Para no dejar en manos de las redes sociales todo tu trabajo y tus contactos. Ten en cuenta que si tus contenidos están solo en redes, no los controlas. Está todo en manos de la plataforma que puede hacer contigo lo que quiera. ¿Te has dado cuenta de que de un día para otro «tu perfil», que tampoco es tuyo, cambia? Pueden cerrarlo y cambiarlo sin previo aviso. Esto ocurre porque estamos en sus manos y ellos deciden que sí y que no. El proceso tiene que ser al contrario. Generas tu contenido en la página web y las redes te sirven para darle visibilidad. Todo tu trabajo estará en tu poder.
¿Eres de los que tiene toda su inspiración en las redes sociales? Si en un trágico e hipotético caso amaneciera un día y estas hubieran desaparecido ¿Qué pasaría? Aparte del infarto que te daría, se esfumaría, por un lado, todo el trabajo y por el otro todos los seguidores que con tanto sudor has conseguido. Se pierde todo el esfuerzo que has hecho por visibilizar aquello sobre lo que con tanta ilusión has trabajado. Existen, y no pocos negocios que se promocionan en los perfiles de las redes sociales y no cuentan con su propia su página web.
Es, en resumen, el centro de tu estrategia. Te ayuda a generar oportunidades de negocio, te da credibilidad y transmites confianza. Ese es su cometido, ser el motor de crecimiento para tu marca. Todo dentro de un equilibrio que está marcado por la estética, el posicionamiento en buscadores (SEO), la conversión y la usabilidad.
De lo analógico a lo digital
Es muy importante tener en cuenta que la forma de hacer negocios ha sido revolucionada por la era de Internet. Todas aquellas gestiones que antes hacíamos a papel y lápiz y a golpe de teléfono fijo se han visto reemplazadas por el correo electrónico, las redes sociales, lo teléfonos móviles y todas aquellas aplicaciones que contribuyen a agilizar nuestro trabajo a través de la tecnología.
Hoy en día, es imposible tener una empresa sin presencia en el espacio virtual porque la economía ya no existe sin digitalización. Aquellos negocios que no se adapten a la tecnología tienen los días contados. Esta crisis nos ha obligado a acelerar el paso, porque el riesgo es quedarnos fuera del juego. Tenemos que entender que las reglas han cambiado. Tu sitio web te permite dar, con un solo clic, una cantidad importante de servicios que le aportan valor a lo que ofreces.
Desde saber la ubicación de tu negocio, hasta proporcionar tu contacto o la imagen de tus productos o servicios. Existir en Internet da a tus clientes la posibilidad de encontrarte antes, tu negocio estará abierto las 24 horas del día durante todo el año y te acercarás a tu público objetivo.
¿Tienes página web? Cuéntanos en qué estado se encuentra
Foto: Ally Souza
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Las redes sociales lo dicen todo de ti. Son el espejo en el que se refleja tu personalidad y la de tu marca.
Son una parte importante de tu estrategia digital que fomenta la interacción con tu comunidad.
Es la manera en la que las personas se asocian emocionalmente a una marca.
Hola, soy Luz. Estoy aquí para ayudarte en el crecimiento digital de tu marca porque, puedes llevarla hasta donde te lo propongas y, yo quiero acompañarte a conseguirlo con estrategias de Marketing Digital.
2 Replies to “Tu Web, la herramienta más potente de tu marca”
Excelente, muy claro y aterrizado
Y me ayudo a visualizar me y a preocuparme por el material para tenerla bien alimentada
Lo más satisfactorio es saber que siembra la inquietud y consigue sacar una reflexión que ayude a pensar en optimizar estos recursos tan necesarios, hoy en día, para cualquier marca. Muchísimas gracias por tu comentario.